
El Presupuesto 2023. Toda crisis económica ayuda a sacar de dentro la creatividad y el talante humano adormecidos por las comodidades y el cortoplacismo. De una manera admirable, las crisis, la necesidad y las penurias, tienen su “valor agregado.
En Datapro, estamos muy conscientes del impacto de la inflación y el potencial de que la economía se dirija a una recesión grave. Por lo cual, es imposible pensar en detenernos, sentarnos a esperar.
“En el ámbito empresarial, octubre es el mes ideal para iniciar el proceso presupuestario del año siguiente, el cual, de acuerdo a todos los pronósticos, vendrá con recesión”, dice Manuel Concha, CEO de Kame ERP. “Es mejor arrancar el proceso con un buen tiempo de margen, pero también es esencial hacerlo cerca del inicio del año siguiente para pronosticar con mayor exactitud”. También hay que fijarse muy bien qué tipo de modelo o plan de negocio se va a llevar a cabo.
En el artículo anterior, 3 escenarios ¿Qué cree saber de la recesión económica que se avecina?, partimos sobre la base que las formas de presupuestar convencionales no serán tan eficientes en el año 2023. La austeridad y las maniobras, como por ejemplo, revisar la estructura de costos, recortar costos fijos o pasarlos a costos variables, para contener los problemas que enfrentaremos no serán suficientes, se precisará:
1. En el 2023 ser “poco optimista”: analizar el futuro, estar informado del mercado y las normas legales que surgirán.
Es fundamental prever las situaciones que puedan alterar los gastos de la empresa. Por ejemplo, la necesidad de despidos o si habrá pérdida de inventario o reducción en nuestra cartera de clientes o cambios en las reglas de juego legal a nivel nacional y/o regional. Prevea un escenario poco optimista en sus niveles de ventas incluso menores a lo que hemos visto en el 2022.
2. Seguimiento al dólar
Para armar un presupuesto anual, dicen los expertos, la clave es tener una serie de datos a mano. Una empresa con historial debe revisar lo ocurrido, agregando o quitando los nuevos servicios y/o productos, las nuevas contrataciones o instalaciones”. Si está iniciando debe utilizar como presupuesto el mismo plan de negocios. El dólar, como variable económica, debe ser considerado.
3. Evitar la insolvencia
Un presupuesto tiene diversos objetivos. Sin embargo, uno de los principales es generar una estructura de negocio eficiente que evite la insolvencia. Saber el umbral de rentabilidad del negocio. Como Pymes debemos conocer a partir de qué cifra de venta comienzan a ganar dinero o a obtener utilidades para no bajar de ese punto de equilibrio para no caer en quiebra, salvo que la situación sea insostenible.
Saber gestionar las deudas, cuidar el historial de crédito para no perder el acceso a financiamiento, sincronizando una alerta financiera para no cometer el error de ver el peligro demasiado tarde.
Generalmente, se rastrean los ingresos y los costos, pero no el flujo de efectivo o las partidas del balance que detectan la desaceleración de los pedidos, el aumento del inventario o el retraso en los cobros, ignorando efectivamente el costo del capital y rara vez consideran el balance general como una fuente de fondos o ahorros.
4. Rediseñe su planificación
Rediseñe para revisiones mensuales y trimestrales, así cualquiera que dirija una unidad de negocios vea las tres vistas de su negocio: las pérdidas y ganancias, el balance general y el flujo de caja. Es importante comprenda en donde son vulnerables sus ingresos y cuál sería el efecto de caída repentina en la demanda porque tiene que maximizar la generación de efectivo. Porque el efectivo es el rey en tiempos tan atípicos como lo será gran parte del 2023.
Las tasas de interés seguro aumentarán, así es que debe incorporar iniciativas de gestión del capital de trabajo (activos y pasivos en operaciones diarias, así como cualquier obligación de deuda inmediata) en la planificación de su presupuesto.
Por ejemplo: Aumente su efectivo retirando líneas de crédito, alquile, contrate o subcontrate, activos o procesos. Sírvase de las consultorías profesionales y empresariales para un eficiente y efectivo cumplimiento de sus objetivos.

5. En los escenarios potenciales visualicé su empresa en medio.
¿Qué le haría una recesión grave, apocalíptica y leve (en orden de probabilidades) a su negocio como un todo y a cada parte? Saber en donde es más vulnerable a la inflación, a la caída de demanda o a la cadena de suministro y quien en la organización toma decisiones y acciones al respecto y cuáles serían estas.
Practique en su presupuesto estos tres escenarios y tres respuestas, así tendrá analizado y listas palancas que puede tirar en cualquier momento. Además, preestablezca para cada palanca indicadores que le digan cuando tirar de la misma, haciendo más difícil ignorar las advertencias. La pregunta es cuándo actuar, no qué hacer.
- Primero está la palanca fácil de tirar: acciones que conservan efectivo sin daños a largo plazo, como congelamientos de contratación y viajes, reducciones en gastos discrecionales, recortes en algunos tipos de gastos publicitarios.
- La segunda palanca, tirar si la recesión es bastante profunda o larga. Como retrasar los lanzamientos de nuevos productos o servicios o reducir los gastos de capital excepto para el mantenimiento.
- La tercera palanca es preparar un libro de estrategias para crisis si se llega a serios problemas como despidos o reorganización o venta de activos o la empresa.
El departamento de marketing debiera hacer lo mismo con sus análisis estratégicos de la competencia: ¿Dónde los golpearía más fuerte una recesión? ¿Qué podrían hacer?
La mayoría de las empresas adoptan una mentalidad de presupuesto de base cero solo ocasionalmente, se puede prevenir y comprender con esta mentalidad cómo la empresa genera valor y dónde no. Revela oportunidades para el cambio si es necesario y la reducción de la carga de trabajo.
6. Agregue un rigor similar a las previsiones de ingresos.
La mayoría de los presupuestos prestan más atención a los costos que a los ingresos. Para solucionar eso, concéntrese primero en los clientes clave, con quienes debería tener conversaciones sinceras y regulares. A menudo, el 20% de los clientes en realidad le están haciendo perder dinero. Una empresa saludable debe examinar y podar regularmente su lista de clientes.