El objetivo es el de garantizar que la privacidad de las personas sea un hecho.
Cuando se habla de ley orgánica de protección de datos personales y garantía de los derechos digitales, se hace referencia a un derecho fundamental que aplica a todas las personas físicas. El objetivo es el de garantizar que la privacidad de las personas sea un hecho.
Este derecho permite que las personas tengan una mayor posibilidad de control sobre el tratamiento que se hace de sus datos. Pudiendo decidir cuál es ese tratamiento o incluso proceder a su eliminación. También tiene otros beneficios para los usuarios que son interesantes conocer. Para ello, se establece una regulación que ayude a cumplir que las personas tengan protegida su privacidad. Este derecho está recogido en la Constitución Española y en otras legislaciones vigentes.
Entre estas legislaciones destaca la Ley Orgánica 3/2018, conocida como LOPDGDD (Ley Orgánica de protección de datos personales y garantía de los derechos digitales).
La definición legal de la Protección de Datos de Carácter Personal
Es importante recalcar que se refiere solo a personas físicas y no jurídicas. En la Ley española los beneficiarios serían aquellos hombres o mujeres que tengan su residencia en territorio español.
Derecho y obligación en la protección de datos de carácter personal
Frente al derecho de los ciudadanos de tener acceso al tratamiento de sus datos y poder tomar acciones para proteger su privacidad, está la contraparte de la obligación de respetar ese derecho. Por tanto, las personas físicas y en este caso también las jurídicas, independientemente de si son públicas o privadas, deberán respetar los principios promovidos por la Ley.
Principios que a su vez están divididos en la propia RGPD. Se distingue entre los que aplican al tratamiento de los datos y los que legitiman el propio tratamiento.
¿Qué protege la Ley de Protección de Datos personales?
Los principios en relación al tratamiento de datos personales
- Principio de licitud, que va unido al de lealtad y al de la transparencia en el tratamiento. Este principio indica que los datos deben ser recogidos y tratados con respecto a la ley. Quedan penalizadas por tanto todas las actividades de recogida de datos ilícitas o que se realicen de forma fraudulenta.
- Limitación de uso de los datos personales. Este principio también incluye que los datos requeridos y tratados, estén limitados a lo estrictamente necesario para cumplir la función para los que son recogidos.
- La minimización de los datos, de acuerdo con este principio, los datos tratados serán adecuados, pertinentes y limitados en relación a los fines para los cuales se recogieron.
- Exactitud de los datos, de acuerdo con este principio, los datos deberán corresponderse con la realidad y estar actualizados, debiendo suprimir aquellos que no sean correctos.
- Limitación del plazo de conservación, este principio establece que los datos se conservarán el tiempo estrictamente necesario para las finalidades para las que se recabaron y para hacer frente a las responsabilidades que se pudieran derivar de su tratamiento.
- Integridad y confidencialidad, este principio establece que se adaptarán las medidas técnicas y organizativas necesarias para garantizar la seguridad de los datos de carácter personal, su integridad y confidencialidad y la protección frente al tratamiento no autorizado o ilícito y contra su pérdida, destrucción o daño accidental.
- El último principio es el de la responsabilidad proactiva, el cuál es muy importante porque sitúa al responsable del tratamiento en una situación en la que debe cumplir con todo lo anteriormente expuesto y además ha de ser capaz de poder demostrar el mencionado cumplimiento, en caso de ser necesario.
Por eso, las empresas acuden cada vez más a profesionales experimentados para legalizar páginas web y tiendas de comercio electrónico.
Principios con respecto a la legitimidad y legalidad del tratamiento de datos
Se trata de una serie de bases, que establecen el consentimiento del tratamiento de los datos. De esta forma se busca la legitimación de las acciones llevadas a cabo utilizando datos personales. También se regulan los principios relativos a los contratos y a la obligación legal de cumplirlos.
Toda referencia que se haga con respecto a la legitimación que se atribuye a una regulación o Ley, debe tener en cuenta las consideraciones específicas. De esta forma se evita que una normativa muy general pueda no ser de utilidad para sectores muy concretos por sus propias características.
La competencia que se tenga con respecto a estos datos también deberán estar establecidos por una Ley o una norma con rango de Ley, de tal forma que la protección de datos de carácter personal quede amparada también frente al Estado.
En definitiva, el interés en el tratamiento de los datos personales será legítimo siempre que se respeten los derechos del interesado y vayan por delante sus intereses. Por eso, una correcta formación en protección de datos es de completo interés público y tiene mucha importancia también en el mundo empresarial.
